martes, 28 de mayo de 2013

No se dice Bieeeeennn, se dice OLÉ



Esta inocente frase la escuché una de estas pasadas tardes venteñas, no recuerdo cual, pero me resultó muy cercana y adecuada a lo que a veces me da por pensar entre toro y toro.
Aquella voz que salía de los terrenos del ocho o del nueve, según calculé su ubicación, tenía más razón que un santo. Son las nuevas formas, los nuevos criterios.
Y es que últimamente me encuentro un tanto desconcertado algunas tardes de Feria en Las Ventas.
También  puede que no sea yo el único que tiene ese sentimiento.

El caso es que me da la impresión de que se aplauden cosas que, en mi opinión, no deberían ser siquiera tomadas en cuenta. Aunque también se protestan otras que no admitirían discusión.

Vamos a dejar aparte para otro día la obsesión con las dos rayas concéntricas dibujadas con cal en el ruedo. A las primeras de cambio, en cuanto el caballo posa una porción de su casco más allá del temido límite,  surge el vocerío y las protestas.
¿Realmente sabemos el origen y significado de los anillos? ¿Por qué se abronca al piquero cuando traspasa la maldita frontera blanca después de un largo rato intentando que el burel se arranque? ¿No nos damos cuenta que cuanto más alejado del cobijo de las tablas, a contraquerencia, más riesgo por lo general asume el del castoreño…?

Vamos a dejar también por esta vez los aplausos, bieeeennes y olés  a lances con el percal mal ejecutados, sin gracia y sin clase que tanto abundan.
Esas “chicuelinas” que de lo propio tienen sólo el nombre. ¿Han visto alguna vez una chicuelina ejecutada según mandan los cánones? Seguro que si. Yo al menos creo que si, y por eso creo que resulta fácil distinguirla de la burda imitación.

Estamos viendo algunos tercios de banderillas bien ejecutadas, asomándose al balcón, en la cara, y cuarteando como se debe, alguno hemos visto al sesgo, pero también pares ejecutados a toro pasado, muy pasado, y mal ejecutados, que se aplauden con entusiasmo incomprensible, al menos para quien esto escribe.

Tampoco me voy a extender en la ración de pases vulgares que nos tragamos cada tarde, con ventajas, despegados, con mala colocación, fuera de cacho,  que son también aplaudidos y a veces coreados como si el mismísimo Antonio Bienvenida nos hubiera venido a ver.
El súmmum de lo desconcertante llega en el momento de la suerte suprema. Mala ejecución de la suerte, salirse de la suerte, estocadas caídas, traseras, tendidas, haciendo guardia, bajonazos y demás, son jaleadas cada tarde.
En este punto tengo que admitir que a veces yo también he caído en la trampa que nos tiende la distancia. Y es que a veces nos pilla tan lejos que nos dan gato por liebre y  tragamos.

También estoy escuchando palmas al arrastre de toros mansos, pero no de los mansos que valen, no, de los que ni siquiera tienen esa pizca de casta que los hace llamarse bravos.

Y alguna que otra petición de trofeos delirante.

¿Está pasando algo que yo me he perdido? O ¿Será que me estoy volviendo raro, raro?

lunes, 20 de mayo de 2013

Nociones básicas para sobrevivir a una corrida “de clavel” en Las Ventas






Es muy duro sobrevivir a una corrida clavelera, esos acontecimientos sociales  con cartel de relumbrón, al menos en Las Ventas, y sobre todo si no se tiene una mínima experiencia.

Voy a permitirme dar una serie de consejos u orientaciones a todo aquel que se disponga a asistir a algunas de las corridas “de clavel” que aún quedan por celebrarse en esta Feria de San Isidro, con la intención de que sirvan de guía fundamentalmente para quien sea su primera vez o tenga poca experiencia en este tipo de acontecimientos. 

En primer lugar, póngase guapo/a. Si no encuentra un clavel a mano no se preocupe, en los bajos de los tendidos de sombra podrá adquirir uno.

Cómprese un puro. Cuanto más grande mejor, como los de Morante.
Si no fuma o  no quiere fumarse un puro, cómprese una bolsa de pipas igualmente grande, muy grande. Luego le explico para qué la necesita.

Antes de acceder a la plaza le vendría bien dar un garbeo por el espacio “Arte y Cultura”. Hay una zona con bar de lo más cool donde podrá ver caras guapas y así de paso le ven a usted. Hay otra zona VIP, pero aquí ya no le puedo ayudar, si tiene pase, que lo disfrute.

Aunque Las Ventas tiene muchos accesos, entre por la puerta del desolladero. En esa puerta hay mucha gente, a medida que se va acercando la hora, demasiada. Empujones, codazos y demás…pero aquel que consiga franquearla accederá al patio de arrastre y puede encontrarse con algún famoso, actores y actrices, ganaderos, toreros,  famosillos, hacerse una foto con alguno,  alternar en la barra mas “chic”  y ver de cerca el Photocall del plus.
Asegúrese de que le vean bien.

Como opción B puede entrar por cualquiera de las puertas cercanas, en las que no habrá gente, ni empujones ni codazos (ni famosos) y acceder igualmente al patio de arrastre pero por el interior. No es igual de glamuroso pero acabará usted viendo lo mismo y antes.

Si ha comido por los alrededores es fácil que venga “cargadito”.
Es igual, antes de acceder a su localidad hágase con un gin-tonic o un cubata y así, junto con la almhoadilla (1,20 €), la chaqueta, el programa, y la bolsa de pipas, le servirán para poner a prueba su equilibrio en las angostas escaleras de tendidos, gradas, y andanadas en la búsqueda de su  ubicación.

Si carece de equilibrio o este se encuentra ya mermado no se preocupe, le tira el gin-tonic por encima al primero que encuentre en su fila y asunto solucionado. A él le va a gustar, y además viene muy bien como declaración de intenciones a sus vecinos de localidad.

Una vez encuentre su ubicación correcta, lo que no siempre es fácil, marque bien su territorio. Las corridas de clavel en Las Ventas son tremendamente incómodas y va a tener que compartir espacio vital (entre otras cosas) con muchas personas.

Si es usted habitante de grada o andanada puedo darle algún consejo extra gracias a mi experiencia en estas lides.
La almohadilla es sagrada, su libertad termina en los límites de la almohadilla, así que no permita que nadie se la pise, además en estas ocasiones grada y andanada se convierten en un puzzle en el que un simple gesto de alguien situado veinte lugares  más allá, puede afectarle.
Le sugiero que informe a sus vecinos de delante y detrás que para componer el puzzle es necesario, y a veces imprescindible, abrirse de piernas.
Así como suena. Si se trata de una vecina, dígaselo con educación y sin rubor, pero con firmeza. Si  no hay apertura de piernas se va a arrepentir durante más de dos horas.

Ahora es cuando entra en juego el puro o las pipas que adquirió con anterioridad. Encienda el puro y dispóngase a disfrutar de una corrida de las del clavel. No se preocupe por la ceniza, vaya tirándosela por encima al de delante. Para eso estamos…
Si ha optado por las pipas, proceda con las cáscaras de la misma forma, y vaya depositándolas  en la espalda del de delante o en los pies de los vecinos laterales.

Entre toro y toro aproveche para recomponer la figura y reconquistar el territorio que seguramente le habrá birlado alguno de los vecinos de los cuatro puntos cardinales.

Aplauda. Tampoco mucho, lo justo. En Las Ventas no nos gusta aplaudir mucho, y si lo hace se le va a notar que es nuevo. En algunas ocasiones puede vocear “a tu sitio” o “el pico” o “miau”, para darse caché.

Si ha venido en grupo procure que se note bien que están allí. Sus vecinos lo agradecerán.

En Las Ventas últimamente se bebe mucho, y en las corridas de clavel a veces demasiado, así que cuando se acabe el cubata que adquirió antes de acceder, salga a por otro.
Los de su fila están encantados de que les haga levantarse para satisfacer sus necesidades etílicas. Y cuando regrese no se olvide derramar lo que sobra del gin-tonic por encima de alguien, gracias.

Según como vaya de próstata, seguramente le van a entrar ganas de ir al servicio.
Levántese antes de que caiga el toro para que le dé tiempo de salir y entrar. No se preocupe por eso que dicen que no se puede abandonar la localidad durante la lidia. Eso era antes, ahora nos encanta que nos molesten…

Localice con la vista a los famosos, es fácil y así al día siguiente lo puede contar en el trabajo. Sólo tiene que mirar al callejón y las primeras filas del 9, 10 y 1. También hay famosos dispersos por otros tendidos e incluso por gradas y andanadas, pero esos son aficionados y no son importantes.

Al finalizar el festejo, si no ha satisfecho nuestras expectativas, puede ser interesante lanzar la almohadilla al ruedo. Las almohadillas de Las Ventas son realmente contundentes, como corresponde a la primera plaza del mundo, y si tiene la suerte de atizarle a alguien no vea lo que se va a reír, porque a estas alturas, entre los cubatas y el puro…

No debería poner punto final aquí a su experiencia venteña. Existen numerosos y buenos bares en los alrededores donde comentar la corrida con amigos y conocidos mientras continúa aumentando su nivel etílico.

Elija el que esté más lleno, que por algo será. Y si ha venido solo, no se preocupe, únase a cualquier corrillo, que con un poco de suerte no se van a dar cuenta de su presencia.

Fundamental:
Al día siguiente cuéntelo en el trabajo, no sé si le harán caso, pero mola.

En fin, espero que esta serie no exhaustiva de consejos le venga bien y disfrute de su próxima corrida clavelera en Las Ventas.

Un placer.

 

viernes, 17 de mayo de 2013

Morante, cortando por lo sano

Foto: Juan Pelegrín,  www.las-ventas.com


Al de la Puebla se le nota bien y pronto cuando lo que le ha tocado en suerte no le hace tilín, y si no le hace tilín, no hay nada que hacer.
Nos pongamos como nos pongamos.

Y ayer se le vio bien y pronto.
¿Qué vale más, tirarse diez minutos dando trapazos al aire apurando hasta que suene el primer aviso, como tantos otros, o cortar por lo sano sin darse coba?
Evidentemente, y dadas las circunstancias, entre ambos extremos cabe la posibilidad de darle al de negro su lidia, que alguna tendría el segundo de su lote, digo yo.

Pero curiosamente, de entre los pocos momentos  que más puedo recordar de la “estresante” tarde de ayer en Las Ventas, una verónica y dos trincherazos de Morante a su primero.
¿Poco? Si muy poco, pero de tantos otros mantazos a diestro y siniestro, tarde si tarde también, no tengo el más mínimo recuerdo.

Yo no sé que es mejor, ni más ético, ni más auténtico, si una colección anodina de pases y mantazos varios para que justifiquemos el desembolso, o el corte por lo sano y a otra cosa, mariposa. 

En cualquier caso, allá cada cual con lo suyo. Otra vez será.

lunes, 13 de mayo de 2013

¿Cuánto sabemos de toros? Una pregunta, una respuesta, y dos entradas para Las Ventas



El pelo o pinta Jabonero fue conocido en cierta época además por otra palabra que hace tiempo debió caer en desuso, o al menos yo no he conocido su uso habitual, y debo reconocer que no hace mucho que la conozco.

Tengo dos entradas para la novillada de la Feria de San Isidro del día 20 (novillos de Nazario Ibáñez para Álvaro Sanlúcar, Gonzalo Caballero y César Valencia) que no voy a utilizar…

La primera persona que escriba en los Comentarios a esta entrada a qué término me estoy refiriendo, y explique de donde proviene la palabra, tendrá dos entradas de andanada de sombra (es lo que hay…) para la novillada del próximo lunes 20 en Las Ventas.

lunes, 6 de mayo de 2013

Novillada en Almoguera (Guadalajara). Mano a mano con Martín Escudero y Curro de la Casa



En Almoguera, Guadalajara, con motivo de la Fiesta de la Santa Cruz de Mayo se ha celebrado este sábado día 4 una novillada picada con cuatro utreros de Torrehandilla.

Novillada festiva y propensa a las orejas, mano a mano entre David Martín Escudero, de Galapagar, y el Alcarreño Curro de la Casa, de Valdesaz.
Precios populares en Taquilla, tanto que no había taquilla porque la entrada era gratuita, que tal y como están las cosas es de agradecer y aplaudir al Ayuntamiento de Almoguera.
Aplausos pues para ellos.

Novillos justos de presencia y flojos en general, con poca cara primero,  segundo y cuarto, y más armado pero falto de remate el tercero.
Digamos que correctos en su presentación teniendo en cuenta la categoría de la plaza.
Manso con su punto de casta el primero, y de más a menos segundo, tercero y cuarto. Resultaron “manejables”, como se dice ahora, que aunque no me guste la palabra, sirve para entendernos.
Todos muy nobles. El segundo fue premiado con vuelta al ruedo, lo que a mi juicio fue un excesivo reconocimiento.

Martín Escudero estuvo voluntarioso, con detalles de buen gusto y  sabiendo ver las querencias de los novillos y dándoles su sitio, pero le veo algo “atascado” en la que creo es su tercera temporada ya con caballos. Aún así anduvo sobrado con su lote. Mató bien al primero y de estocada trasera y tendida al segundo.

Curro de la Casa, estuvo muy por encima de los dos novillos que sorteó.

Curro practica un toreo serio y sobrio, con mucho temple y quietud, en ocasiones impropio de su corta andadura con caballos.
Muy quieto con el capote,  ligó buenos muletazos con las dos manos, y algún pase de pecho de muy buena ejecución, que quien frecuenta este blog,  sabe que el pase de pecho es una de mis manías confesables. Mató de sendos estoconazos.

El alcarreño tiene madera. Mucha y de la buena, pero como es lógico tendrá que ir puliendo detalles, a base de placearse, como algunos errores de colocación que en su próximo examen de Las Ventas le pueden pasar factura. Tiene todas las papeletas para llegar muy arriba. Hay que darle tiempo.

Capítulos aparte merecen el apartado de trofeos y el tercio de varas.
El primero porque se convirtió en una especie de autoservicio en el que lo que dijera la Presidencia tampoco había que tomárselo al pié de la letra.
Dos orejas para Martín Escudero en el que abrió plaza y otros dos trofeos en el tercero, que si no me equivoco, la presidencia no había concedido. Curro de la Casa cortó dos orejas (concedidas por el presidente), y un rabo que no había concedido el Presidente en su primero, y dos orejas en el que cerró el Festejo.
Pelillos a la mar y los dos novilleros a hombros por la puerta grande.

Y en cuanto al Tercio de Varas, poco que decir porque no existió mas que un simulacro ejecutado además, excepto en el primer novillo,  prácticamente en la puerta de chiqueros (¿).

En definitiva, novillada festiva y exitosa que me sirvió para ver en acción a dos de los novilleros más en forma del momento, y en particular para seguir la progresión de Curro de la Casa, en la que, creo no equivocarme, será la temporada que le confirmará  en los puestos altos del escalafón. Atentos a él porque tiene mucho que decir.

Algunas fotos de la novillada…

Martín Escudero







Curro de la Casa