Foto: Juan Pelegrín |
Bonitas hechuras en el encierro de El Torreón.
Excelente presentación.
…y nada más.
Como si se tratara de una metáfora de lo que ayer poblaba los tendidos de Las Ventas en la decimoquinta de feria.
Lo mismo en el ruedo que en los tendidos, pero sin silicona ni botox.
Mucha presencia, poco más.
Tarde de público guapo, dos toreros “mediáticos” y uno de “los de antes”.
No sé si esta correlación de fuerzas sería aplicable a los tendidos, pero había mucho mediático y guapa/o sentado también.
Cinco de El Torreón, que aparte de sus buenas hechuras resultaron en general sosos, mansurrones, descastados y flojitos, muy flojitos.
Y uno sobrero de Carmen Segovia, que salió “empanao” y así estuvo, empanao, hasta que se fue al desolladero. Debió ser que, acostumbrado al aire fresco de la sierra madrileña, le afectó el calor de la capital.
Ni siquiera hubo toro para que “el de antes”, Juan Mora, pudiera sacarle esos doce o catorce pases que necesita, nada más, para dejar su impronta. No hubo manera, a pesar de que lo intentó.
Se mosqueó el maestro con los que le recriminaban el pico.
Yo creo que estas demostraciones de algún sector del público deberían ser más meditadas. A Mora, a estas alturas, le trae al pairo lo que algún aficionado pueda reprocharle en sus formas de entender el toreo.
Demasiados años en esto como para que venga algún listo a decirle cómo tiene que ponerse o por donde tiene que coger el estaquillador.
Sin embargo, esas mismas protestas parecían hacer mella en Cayetano. Cuando se oía algún silbidillo era evidente cómo corregía su colocación. Claro, que le falta mucho para llegar a donde el de Plasencia.
También lo intentó Manzanares, alargando una faena de por sí inalargable, con dos toros, sin casta, demasiado justitos de fuerza, y que ni transmitieron ni sirvieron nada más que para que Curro Javier se quitara la montera para saludar, excelente una vez más en la ejecución con las banderillas, y que estuvo en un tris de tener un disgusto con el manso que le apretó hacia las tablas ante el despiste y la inoperancia del resto de la cuadrilla.
Y a Cayetano, que si no le silban torea al hilo, y despegado (artísticamente, pero despegado) creo que le falta todavía madurez para estar donde parece que está ahora. Veremos si llega a madurar.
Como la tarde, mucha presentación (al menos eso decían las entendidas en el tema) pero poca “chicha”.
Lo mejor de la tarde? Por este orden:
La suerte suprema, claro, que estando Manzanares jugamos con ventaja.
La banda de música, y por destacar, “Churumbelerías”
La “presentación” en los tendidos. Lo dicho, bonitas hechuras.
Gloria Bendita…
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