martes, 5 de septiembre de 2017

Novillada de Puerto de San Lorenzo en Collado Mediano. 27-8-2017


Si decimos que los tres novilleros salieron a hombros en la novillada que cerraba la feria de Collado Mediano podemos imaginar un rotundo éxito. Pues así fue el resultado, a pesar de los negros nubarrones que iban y venían amenazantes durante toda la tarde.   

Pero para mí lo más destacado fue el interesantísimo encierro que envió la familia Fraile desde el Puerto de la Calderilla. Cinco novillos llevaban el hierro del Puerto de San Lorenzo y uno el de la Ventana del Puerto.
Trapío de plaza de primera, novillos “con mucha plaza”, caja, volumen y peso. Y lo que es más importante, encastados y nada fáciles, con mucho que torear incluso para matadores con mayor experiencia.
Y aún así la terna salió a hombros, destacando, en mi opinión, la frescura del debutante Francisco de Manuel, triunfador el año pasado en la novillada sin caballos.

Antonio Catalán “Toñete” cortó una oreja a cada uno de sus dos novillos, especialmente meritoria la conseguida en el cuarto, todo un toro que no le dio ninguna facilidad.

Carlos Ochoa, triunfador en la feria del año pasado resultó cogido de manera muy fea por el segundo novillo, afortunadamente sin consecuencias. Estuvo sensacional con el capote, y si le tengo que poner un pero es el excesivo retorcimiento con la muleta, en un estilo alejado del toreo vertical que a mí personalmente me gusta más. Dos orejas en el que hacía segundo y fallo con la espada en el quinto.

Francisco de Manuel, el debutante, les mandó un aviso a sus compañeros de terna. Ha venido para llegar muy arriba. Disposición, mucho temple, estilo (excelentes tandas al natural) y amplio repertorio. Dos orejas en el que cerraba la feria le valieron la salida a hombros.


En resumen, la terna a hombros, satisfacción entre el público, y mi felicitación a los ganaderos por la excelente novillada. 

Antonio Catalán "Toñete"










Carlos Ochoa









Francisco De Manuel















No fue el único derribo pero si el más aparatoso

Sergio Aguilar, subalterno de lujo

Al final, todos contentos

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