jueves, 28 de junio de 2012

San Fermín 1962. Algunas fotos


Apenas una semana para que la Feria del Toro y las Fiestas de San Fermín  vuelvan a Pamplona.
Y a las ocho de la mañana (las seis, según el horario solar) durante ocho  días consecutivos, el encierro, seguramente el acontecimiento taurino más conocido en el mundo.
Y que no se olvide cual es el fin del encierro. Encerrar en los chiqueros de la Plaza de Toros las reses que se lidiarán por la tarde. Ni más ni menos, aunque algunos quieran confundir al personal.

Algunas fotos y un pequeño texto de la revista “Mozos y Toros”, publicada en Pamplona en 1.962, en las que se pueden ver  bastantes diferencias con las imagenes actuales. Ya ha llovido…


Dan las siete…
Cinco minutos antes de dar comienzo al encierro, las campanas de la Parroquia de San Saturnino llaman a los fieles a la Misa, elevándose un murmullo de miles de gargantas esperando a que en el reloj del indicado Templo suene la primera campanada de las siete de la mañana para que después de disparar un cohete se dé suelta a la manada.
El sonido de las campanadas y del cohete produce una enorme emoción, un rugir de toda la ciudad, un tener el corazón estrujado durante esos dos minutos que corrientemente dura este bravo deporte para unos y espectáculo sin par para otros.
Mientras tanto, muchas almas piadosas ruegan a Dios por intercesión de San Fermín, que cuide de los valientes mozos que generosamente, sin apetencias de ninguna clase, exponen su vida ante los astados…



















miércoles, 20 de junio de 2012

Collado Mediano (Madrid) concreta las ganaderías de su feria de novilladas de agosto


A falta de cerrar definitivamente la composición de los carteles, la localidad de Collado Mediano (Madrid) ya tiene definidas las ganaderías de su feria de novilladas de agosto.
La verdad es que apenas se nota la inevitable tijera en el serial, y al menos el elenco ganadero aporta variedad de encastes y promete, una vez más, un ciclo interesante.

Reproduzco la nota de prensa que ha hecho pública el Ayuntamiento, que junto con la Asociación de Fiestas, son quienes hacen posible el ciclo de novilladas en sus fiestas patronales.


Conde de Mayalde y José Escolar repetirán como triunfadores de la pasada feria. Torrenueva y José Vázquez lidiarán por primera vez en Collado Mediano.


El Ayuntamiento de Collado Mediano junto con su Comisión de Festejos han decidido las divisas que se lidiarán en su próxima feria taurina, programada para los días 23, 24, 25 y 26 de Agosto de 2012.

Por sus respectivos triunfos en la feria del 2011, se han ganado el derecho a repetir los hierros del Conde de Mayalde y José Escolar, mientras que para los otros dos festejos se han reseñado novillos de las divisas de Torrenueva y José Vázquez.

De esta manera se podrá disfrutar de una variedad de encastes en Collado Mediano. Cebada Gago y Marqués de Domecq con la ganadería de Torrenueva; Domecq a través del Ventorrillo con Contreras en el encierro del Conde de Mayalde; Albaserrada y Santa Coloma con José Escolar; y Domecq por la vía de Zalduendo con los utreros de “José Vázquez”.

Concretamente, los carteles ganaderos de la feria quedan de la siguiente manera:

Jueves 23 de Agosto, Novillada sin picadores dentro del circuito “Camino hacia el toreo”, con 4 erales de “TORRENUEVA”, para un mano a mano entre el novillero vencedor del certamen del municipio Navarro de San Adrián y otro novillero por decidir. El ganador de este mano a mano toreará en la plaza Riojana de Nájera.

Viernes 24 de Agosto, Novillada sin picadores patrocinada por “Taurodelta” con el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid dentro del Certamen “Camino hacia Las Ventas”, para una terna compuesta por un novillero de la Fundación El Juli de Arganda del Rey, un novillero de la Escuela de Moralzarzal y un novillero de la Escuela de Colmenar Viejo, con escogidos novillos de la divisa del “CONDE DE MAYALDE”.

Sábado 25 de Agosto, Novillada con picadores del hierro de “JOSÉ ESCOLAR”, cuyos utreros dieron un gran juego en la feria del año pasado.

Domingo 26 de Agosto, Novillada con picadores de la ganadería Colmenareña de “JOSÉ VÁZQUEZ”, una de más antigua del campo bravo español, puesto que fue fundada por D. Manuel Aleas el 5 de mayo de 1788.

Los carteles completos, ya con los novilleros actuantes contratados, serán presentados a principios del mes de Agosto en un acto en el que será presentada también la exposición “Una mirada femenina del toreo”, en colaboración con la Comunidad de Madrid.
(Ayuntamiento de Collado Mediano)

martes, 19 de junio de 2012

La encrucijada de la fiesta de los toros. Artículo de Fernando Fdez-Figueroa Guerrero



Me envían los amigos de la Unión Taurina de  Abonados  y Aficionados de Sevilla un artículo que aparece hoy en ABC de Sevilla  firmado por Fernando Fernández-Figueroa Guerrero, Presidente de la Maestranza.

Lo reproduzco aquí porque me parece interesante. Se podrá estar más o menos de acuerdo, o en total desacuerdo, pero creo que plantea un debate que puede y debería tener un recorrido largo y fructífero.

Siempre y cuando, claro está, la base irrenunciable del debate sea la búsqueda de la integridad, la casta,  la bravura del toro, y todo aquello que le hace ser un animal único e insustituible y que, al fin y al cabo, es el protagonista indiscutible de todo este tinglado.


La encrucijada de la fiesta de toros.-

Casi siempre la solución es el verdadero problema y la fiesta de toros no es ajena a esta afirmación.

La fiesta brava no está de moda como no lo están las actividades que tienen en los animales el protagonista activo. Más, la pervivencia de estas actividades no puede justificarse únicamente en argumentos sociales y culturales del pasado. No debemos anclarnos en su justificación histórico-cultural. Debemos reflexionar si conviene  adaptar la fiesta a la nueva sociedad sin perder ni un ápice de su integridad para superar aquella justificación. Esta es la encrucijada. Afirmaba Dee Hock -creador de Visa- que “el problema no estriba en cómo meterse en la cabeza ideas nuevas, sino en cómo sacar de ellas ideas viejas”.

En nuestra sociedad, urbana, moderna y globalizada, los usos y tendencias, de cortas raíces culturales, se anteponen a aficiones y diversiones tradicionales que van quedando como una reliquia del pasado, y ello agravado con la corriente humanizadora de los animales. Paralelamente el público que acude a ver toros se ha ido separando del campo, de su contexto, de sus principios... que era el caldo de cultivo idóneo para entender “los toros”. Ahora los habitantes de los municipios son más urbanitas y cada vez se dan menos festejos populares en los pueblos. Esta realidad afecta a la fiesta ya que va desdibujando lo que fue su principal argumento: su entendimiento y comprensión desde aquellos principios y valores.

La corrida de toros ni nace ni muere con ella. Todos los que nos hemos amamantado de la filosofía de vida del campo -de la que siempre bebió la fiesta brava- sabemos lo que hay detrás… todo un mundo de sensaciones y emociones, de respeto y cuidados. El conocimiento y aprehensión de este sentir es lo que marca la diferencia entre el “aficionado” y el mero espectador. Por ello, el aficionado entendido cada vez es menor en número y su opinión tiene menos peso frente al gran público. Pero si cada vez hay menos aficionados al menos debemos atraer a más espectadores como primer paso a un posible acercamiento definitivo. Pero ¿aún a costa de la integridad del propio espectáculo?. En otras palabras, si evolucionamos acercando la fiesta  a esta nueva sociedad ¿la hacemos involucionar?.

No podemos pretender volver al pasado y anhelar que la mayoría de los que acudan a las plazas sean aficionados educados en aquellos valores más rurales para que la fiesta se siga entendiendo en su integridad... ”tempus fugit”. Tenemos que atraer a nuevos espectadores que pueden incluso convertirse en grandes aficionados en un proceso precisamente inverso: de la ciudad al campo. La pérdida de público y las corrientes abolicionistas deben hacernos  reaccionar. Pero, ¿hacia dónde?. De la respuesta a la encrucijada,  tenemos que hacer todos “cuestión de Estado”. Ya no valen, por parciales, soluciones más o menos ocurrentes de presidentes, ganaderos o empresarios. La solución sólo puede ser una, sin vuelta atrás, necesariamente estructural, aunque en dicha solución se aglutinen un conjunto de actuaciones heterogéneas.

Partimos de dos parámetros diferenciados: el de los más conservadores que ven que cualquier evolución atentaría a la identidad esencial de la fiesta y sería el principio del fin del espectáculo; el de los más progresistas, que ven que la fiesta en una sociedad del siglo XXI debe evolucionar, aunque no afinan el camino.
Ambos tienen cabida. La fiesta brava ha sido un ejemplo claro de evolución: de la faena poderosa sobre las piernas a toros ásperos e indómitos, a la faena artista, casi de baile refinado a toros más manejables; del caballo de picar sin peto a su protección para evitar una muerte innecesaria; de puyas mayores a otras menores, del toro encastado al toro con clase…

En la solución a la encrucijada debemos compaginar ambos parámetros con un paso atrás y otro  adelante. Hacia atrás: volver a conjugar épica con estética -ahora tan inclinada en favor de ésta-, recobrando la fiereza y la pujanza del toro, preservando la integridad de la fiesta, en definitiva, dándole importancia heroica a una obra de arte. Únicamente así podemos presentar al público no aficionado, un espectáculo en el que vea necesarios todos los tercios de la lidia para suavizar la pujanza y aspereza de la fiera. Mientras el toro se presente casi en igualdad con el hombre por su poca presencia y fuerza, si hay que “mimarlo” para que siga aparentando fiereza, el espectador verá en los puyazos o en las banderillas algo no necesario, y por tanto, lo repelerá. Por eso debemos devolver al espectáculo lo que siempre ha sido su bastión de credibilidad: la lucha íntegra a muerte entre la inteligencia y la fuerza. Esa es la grandeza del toreo.

Junto a la integridad, el paso adelante de la evolución aunque sea en aspectos no sustanciales. Una idea: la muerte del toro es la culminación del rito, pero  evitando con ella, como parte del espectáculo, el sufrimiento innecesario. Me refiero a los interminables pinchazos y descabellos que a veces se producen a un animal ya agonizante, aun dentro del tiempo de los avisos reglamentarios. Así, si el lidiador -un profesional matador de toros- no lo hace con la dignidad que el toro merece, en dos o tres intentos de espada o de descabello, el toro se devolverá a los corrales.

Los ganaderos tienen en la alquimia de sus laboratorios de bravura y casta gran parte de la solución; los toreros, en su amplitud de miras, el futuro; los empresarios, en su imaginación, la atracción hacia el espectáculo; los informadores, en su labor, divulgar en positivo la fiesta; los aficionados, en su explicación, la pedagogía al no entendido y, los espectadores, en acercarse a la fiesta sin prejuicios preconcebidos, el disfrutar de un espectáculo único.

Y si al evolucionar renace la fiesta de toros, será el síntoma claro de una mejoría del paciente que necesita menos intervención de la Administración porque, como decía Oscar Wilde “en materia de arte… cualquier autoridad... es mala”.


                                                       
Fernando Fernández-Figueroa Guerrero

                      Secretario General de la Diputación de Sevilla
                      Presidente de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla

domingo, 3 de junio de 2012

San Isidro. Lo que me queda.


Una Feria más.
Tantas tardes sobre la piedra venteña me han dejado muy poco bueno. No será una feria para el recuerdo, al menos para el buen recuerdo, y  cuando no hay poso no es preciso decantar.
Pero como algo siempre queda, aunque sea escaso, voy a hacer una búsqueda  rápida  en mi memoria reciente a ver qué me ha quedado.
Sin orden ni concierto.

Me queda el arrojo de Fandiño en la de la Prensa y una buena faena a “Mulillero”, el de Adolfo.
Me quedan algunos buenos lances de Castella, no me molesta lo más mínimo decirlo, al contrario. Me queda también del francés su aguante torero ignorando  el boquete que le hizo el de Guadalix.

Detalles de Morenito de Aranda.

Me queda un Gómez del Pilar en su sitio, con la madurez que no le dan los contratos, que vino a cara o cruz y le salió cara. Y yo me alegro.

Y dos (dos) verónicas de Morante.

Me queda algún pase de pecho de El Cid.
Y mucho aburrimiento, y faenas largas, vacías, sin contenido, y avisos, y toros que nunca debieron ser siquiera reseñados. Y tantos toros sin casta, sin bravura y sin fuerzas.

También me queda ese torero menudo (¡menudo torero!) que es Fernando Robleño y su forma de entender a algún cárdeno difícil de entender.
Me queda también el sabor clásico del toreo de Javier Castaño y, gracias a su generosidad y a su concepto de la lidia, un buen tercio de varas de Tito Sandoval a un mansote de Carriquiri.

Y la brega torera de Otero ante el desfase de Aparicio. Y algunos buenos toreros de plata más, como Adalid, Javier Ambel, Fernando Galindo, Curro Javier…

Me queda uno de Alcurrucén (“Fiscal”) y otro de Ibán. Y dos novillos de Guadaira.

Y me quedan, en un primer plano muy nítido, los de Cuadri, que sin redondear el encierro, y esta vez con sus “peros”, quedan tan cerca de lo que uno siempre ha pensado que debe ser un toro bravo.

Y la estampa de lámina de algún “Escolar”, o incluso de algún “Adolfo”. Que se note mi debilidad por lo cárdeno.

Y me quedan los cubatas (nacional) a siete cincuenta, y los pasodobles de la banda de música. Va por usted, D. Francisco.

Me quedan los comentarios, los chascarrillos y sucedidos de mis vecinos y compañeros de tardes.
Y un cierto dolor de espalda.

Y a otra cosa…
La Beneficencia espera, y uno acudirá, como siempre, a la corrida del siglo, a la faena soñada, y a la tarde inolvidable.
Luego, a lo peor, la historia se repetirá y la Empresa, la Presidencia, los actuantes o el ganao, se encargarán de bajarnos de las gradas y andanadas y devolvernos a la cruda realidad.
O a lo mejor esta vez no.

martes, 22 de mayo de 2012

El aviso


Alguna vez he escrito en el blog sobre el alargamiento excesivo e innecesario de la faena de muleta y como consecuencia  lógica, sobre la duración total de la corrida.

Yo no sé si es que me lo he tomado como algo personal y me estoy empezando a cansar de este serial tan anodino, pero llevo ya mucho tiempo observando que lo que antes era una circunstancia excepcional que no tenía porqué  empañar lo que podía haber sido una buena faena, ahora se está convirtiendo en algo más que habitual.

El aviso.

No hay tarde que no se escuche algún aviso.
Y no me refiero sólo al reciente episodio acuático de El Fundi, que entra dentro de lo circunstancial, sino a la proliferación de faenas de muleta largas, larguísimas, anodinas, aburridas, sin emoción, carentes de la transmisión necesaria con los tendidos y que además, para aburrir más aún al personal, acaban con el consabido aviso.

El aviso no debería significar nada más (y nada menos) que la señal que la presidencia envía al actuante al que se le haya podido escapar el santo al cielo, recordándole que debe ir abreviando si no quiere ver devuelto el animal a los corrales.
Pero como digo, no sé si será cosa mía o de la edad, veo que últimamente debe entenderse el aviso como un despertador que la presidencia tiene a bien activar para salvarnos a todos, el de abajo y los de arriba,  del tedio.

También observo, como no podía ser menos en un espectáculo tan democrático, que el público, benevolente, avisa a su vez al de luces cuando ve que aquello se alarga sin sentido, consiguiendo en más de una ocasión que desista en su absurdo empeño de sacar lo que no hay de donde nada se puede sacar. Y a veces hasta nos ahorramos el aviso.

O a lo mejor el problema es que hay que adecuar este y otros ritos y costumbres que, a la vista está, se van quedando obsoletos ante el empuje de la moderna tauromaquia.
O mejor no.
Pero algo habrá que hacer, porque al paso que vamos esta Feria me va a costar el divorcio…y mis hijos ya no me reconocen.

domingo, 13 de mayo de 2012

La tarde en seis palabras, seis


  • Infumable
  • Indignados
  • Trapazos
  • Ventajismo
  • Destoreo
  • Vulgaridad
Y como sobrera,
  • Timo

Se me ocurren algunas más. Podían haber sido otras, pero no tengo tiempo ni ganas y además creo que estas pueden orientar a quien no haya visto la corrida de hoy en Las Ventas.
…Y van tres.

Puede  aplicar el lector, si así lo desea, estas seis hermosas palabras, seis, a los otros dos festejos de a pie celebrados con anterioridad en la Feria de San Isidro.

sábado, 12 de mayo de 2012

En terrenos de los "antis"


Aprovechando mi descanso “Isidril” de idas y venidas, motivado por el espectáculo ecuestre de hoy, he  dedicado un buen rato a repasar las crónicas sobre la corrida-petardo del viernes.
En la de Antonio Lorca en “El Pais” (“¡Fuera Todos!”), como viene siendo habitual, había media docena de sesudos “comentarios” antitaurinos.
Como reconozco que me va la marcha y que me gusta meterme en charcos ajenos cual cochino-jabalí, me ha parecido oportuno echar un rato, bajar al ruedo, y dejar constancia de mi punto de vista.
Creo que en los tiempos que corren es un deber del aficionado intentar rebatir los argumentos mas o menos elaborados de estos antitaurinos.
Aportar en definitiva nuestra forma de ver el asunto taurino y contribuir a desmontar en la medida de nuestras posibilidades  tanta media verdad que pulula por las redes.

Reproduzco a continuación el amago de debate que he intentado seguir con alguno de ellos…
Para empezar, mi comentario, reconozco que poco elaborado por las prisas,  ante las andanadas antitaurinas.

Qué cansinos me resultáis los "antis".
En primer lugar no sé para qué perdéis el tiempo leyendo esta (excelente) crónica.
En segundo lugar demostráis una hiriente falta de conocimientos y de cultura.
En tercer lugar, podríamos hablar (pero no lo vamos a hacer, usad el google) de los MILLONES de euros que generan, en concepto de IVA, los espectáculos taurinos.
Documentaos, por favor, y luego, si eso, debatimos sobre si el balance entre el supuesto aporte de dinero público y los ingresos generados a las arcas del Estado es favorable a quién.
En cuarto lugar, no por repetir una falacia mil veces, se convertirá en dogma. Recurso frecuentemente utilizado por vosotros.
En quinto lugar, evidentemente respeto total a los sentimientos personales, el mismo que pido yo para mi. Porque a mi me repugna y horroriza que seáis capaces de comeros un cordero asado, por ejemplo y no se os caiga la cara de vergüenza.
O que miréis para otro lado ante las indignas condiciones de VIDA de la inmensa mayoría de los animales que os sirven de placer gastronómico. NADIE necesita comer carne para vivir, no me vengáis con otra milonga de ese tipo.
Miraos un poco al espejo y luego hablamos sobre el maltrato animal y la tortura.
Y en definitiva, os pediría que os acercarais a dar una vuelta por una ganadería de bravo, y luego a una corrida para que entendáis lo que es tratar dignamente y con el más absoluto respeto (salvo "festejos" salvajes que personalmente me repugnan) y casi con devoción al TORO, que evidentemente es el protagonista insustituible de todo este tinglado.

Venga, leed un poco y luego me despellejáis.
Por cierto, una vez más enhorabuena a Antonio Lorca por la crónica.
Sigues siendo un referente. Saludos


Contestación de “agusml”…

Sinceramente el único que demuestra ser un auténtico ignorante eres tú, la gran mayoría de quienes se consideran animalistas son/somos veganos/vegetarianos, así que puedes añadir ese a tu larga lista de argumentos falsos y ridículos. Tampoco creas que engañas a nadie con esa falacia sobre los millones de euros que genera la tauromaquia, todos vemos como las plazas están prácticamente vacías en la mayoría de las corridas y el propio gestor de Las Ventas aseguró en una entrevista no hace mucho que no obtenía beneficios y vaya, que seguro que él sabe del tema mucho más que tú. A mí personalmente me repugna y horroriza tu falta de ética y aún más que vengas a dar lecciones de moral defendiendo la tortura y sin que se te caiga la cara de vergüenza.


Comentario de “juanat”
...un sucedáneo de toro, una piltrafa animal, que salió asfixiado de chiqueros, se derrumbó en distintos lances de la supuesta lidia y, al final, ofrecía el pobre bovino una imagen deplorable y deprimente. " Supongo que se pasarían con la "preparación" previa a la corrida. En vista de lo cual, como no era bueno para el show se le llama piltrafa. No sólo se les tortura, también se les insulta. La miseria moral del toreo y lo que le circunda puede alcanzar límites inimaginables. Ya es preocupante que un periódico que se tiene por serio incluya esta cosa en sus páginas, pero que encima lo haga en la sección de cultura, es pa mear y no echar gota.


Mi contestación a “agusml”

Te pido disculpas, no era ni es mi intención tildarte de ignorante, tan sólo de inculto. Y mucho menos dar lecciones de moral, como soléis dar los “antis”.
Ya recibí suficientes cuando vivía el tío Paco, al que tanto me recordáis en muchas ocasiones, porque al parecer vosotros sí sois quien para dar lecciones de ética por lo que veo.
Desde luego, tu (vuestra) particular postura me parece cien por cien respetable, como cualquier otra, incluida la mía y la de millones de personas en todo el mundo, no se te olvide, pero además me parece totalmente coherente.
Creo que esa posición (vegetariano/vegano) te da un plus de legitimidad para argumentar en contra de las corridas de toros. Otra cosa es que te legitime para pedir su abolición. Ahí entran en juego otros factores y desde luego me parece que no tienes (tenéis) razones que yo me crea. Yo desde luego no pretendo prohibir nada. 
A quien no me creo es al que me llama torturador mientras se come un chuletón de un pobre animal (manso) que ha malvivido durante nueve meses en dos metros cuadrados engordando para servir de CAPRICHO CULINARIO.

Yo insisto en que os acerquéis al mundo del toro para comprobar que probablemente no hay otro animal que sea más respetado, admirado, cuidado y querido (si, querido y respetado) quizá el caballo, ni que sea tratado con más dignidad. Es una cuestión de sensibilidades, y ahí es difícil entrar, pero en mi caso, llevo toda mi (larga) vida profesional dedicada a la conservación de las especies vegetales y animales, y no he visto ningún caso en el que se trate con el mismo respeto, ni siquiera parecido, a un animal. Creo que no entendéis de qué va esto.
En cuanto a la manida manipulación de cifras y dineros sólo te voy a dar estos datos que demuestran que la tauromaquia es la manifestación cultural que MÁS INGRESOS genera al Estado. 
La recaudación por el IVA de las entradas vendidas en los espectáculos taurinos celebrados en 2009 (últimas cifras que conozco) ascendió a 41,4 millones de euros, casi SEIS VECES MÁS que el cine español (7,3 millones €) y TRES VECES MÁS que el teatro (14 millones €).
Cuando quieras hablamos de subvenciones y balances contables, pero creo que por ahí no vais bien.
En el tema de las sensibilidades no me meto, pero hablando de euros, casi mejor cambiáis de discurso.
Sin acritud, saludos.

..Y hasta aquí el debate. Estoy esperando respuesta…



lunes, 7 de mayo de 2012

Carteles añejos. Cogolludo (Guadalajara) Septiembre de 1.894



Curioso y añejo cartel de toros de Cogolludo (Guadalajara).

En honor a Nuestra Señora de los Remedios, se celebraba (suponemos que se celebró, no quedan testigos…) nada menos que el 18 de septiembre de 1.894 una “Gran Corrida de Novillos”, en la que se lidiaron, según reza el cartel, algunas vacas bravas para distracción del público aficionado, corriéndose posteriormente tres toros de “una acreditada ganadería” que serían capeados, banderilleados y muertos a estoque  por la cuadrilla formada por Santiago Sanz, “Segoviano” como espada, acompañado por Justo Sánchez, Juan Alarcón “Mazzantinito”  Juan Bernabeu (Escabechero) y Guillermo Sanz, actuando como puntillero el mismo “Escabechero”.

Sin embargo, el primer testimonio escrito que se conoce en Cogolludo referente a la celebración de festejos taurinos data ni más ni menos que del año 1.562, según consta en el “Libro de Posturas y Quentas”  según el cual, se pagaron “veintisiete ducados de dos toros que se compraron para el día de San Roque”, dándose la carne de los toros “Por amor de Dios,  como de costumbre, a los pobres desta villa” 
Otra cita curiosa es la del año 1.597, en el que se compraron dos toros y para verlos correr se montaron andamios, se hicieron barreras y se pagó por hacer y deshacer los toriles de la plaza.

Además de en las festividades religiosas, existía la costumbre de “correr toros” cuando el Duque de Medinaceli, dueño y señor de estas y otras muchas tierras,  visitaba la localidad, como figura en documento fechado el 13 de septiembre de 1.606.

Desde ese primer festejo documentado de 1.562 hasta la actualidad, pasando por este cartel de 1.894 o la recordada visita de Juan Bienvenida, Andrés Vázquez, Victoriano de la Serna y Efraín Girón  en 1.969, no podrá negarse que  la fiesta de los toros tiene bien acreditada su antigüedad en Cogolludo.



Cartel, vía Juan Luis Pérez Arribas “Cogolludo, su historia, arte y costumbres”

jueves, 26 de abril de 2012

¡Ay Castella!


Reconozco que no soy muy partidario de ningún “ismo”, y mucho menos en asuntos taurinos. En estos términos me podría considerar si acaso cercano, nada más,  al “Morantismo”, pero eso ahora no viene al caso.

Desde luego no soy “Castellista”, de Monsieur Castella, ni nunca lo he sido, pero si que tengo que reconocer que su toreo me ha dejado muy buenas sensaciones en más de una ocasión. 

Pero desde hace un tiempo me tiene con la mosca detrás de la oreja.
Puede que haya tardado demasiado tiempo en darme cuenta, o incluso puede que sea ahora cuando esté equivocado, pero últimamente la sensación que más me produce su toreo es el aburrimiento, cuando no el cabreo.

El sábado pasado dediqué un buen rato a analizar, vía canal +,  el desarrollo de su faena al segundo toro de Garcigrande en Sevilla. Entiéndase “analizar” dentro de lo que uno puede llegar a analizar en su corto entendimiento taurino, y que al fin y al cabo no deja de ser mi particular forma de ver una faena.

Para empezar, resulta casi inmoral que salga al ruedo de la Real Maestranza (“Reales Tragaderas”, como dicen los amigos de la Unión Taurina de Abonados de Sevilla) un toro como “Libertador”, nacido en diciembre de  2.007. Si esto es lo que presenta esta ganadería para Sevilla ¿qué habrá en sus cercados?
Infame presentación impropia de una novillada en plaza de primera, pero aquí y ahora es justo  reconocer el mérito tanto de la Empresa, como de la Presidencia y el ganadero por hacernos tragar gato por liebre.

El particular análisis de este aprendiz de aficionado se resume de esta manera:

  • Tras unos pintureros lances de recibo, simulación del tercio de varas con un leve simulacro de primer puyazo. Segundo puyazo de “atrezzo”.
  • Quite por chicuelinas y de remate una larga de bonita factura.
  • Comienza la faena de muleta por estatuarios (¡que raro!) y siempre al hilo del pitón.
  • Segunda serie con la derecha, la mano abajo, pero el pico adelante y la pata atrás.
  • Tercera serie, con la derecha, el pico adelante y la pata atrás.
  • Cuarta serie, toreando al natural, con la pierna de salida escondida una vez más y al hilo, cuando no fuera de cacho.
  • Quinta serie, la del arrimón…más de lo mismo.
  • Mata de estocada desprendida.
En definitiva, NADA. Y eso es lo que me mosquea, que ya son demasiadas las ocasiones en las que el toreo de Castella no me aporta nada que no sea el aburrimiento y cierta dosis de cabreo.

Bien, admitamos que todos los toreros tienen sus momentos buenos y malos…una mala tarde la tiene cualquiera, etc. Y en los de lo alto del escalafón esas malas rachas se notan más.
El problema (mi problema) puede ser que a lo mejor Castella siempre ha toreado igual y yo no me he dado cuenta o no he sabido distinguir el grano de la paja. Por eso ando mosqueado.

Lo más destacable, la labor de Javier Ambel (se desmonteró), que se vería refrendada en el quinto.
Qué importante puede llegar a ser la labor de un buen (o mal) subalterno en el tercio de banderillas y, sobre todo, en la brega. Y Javier Ambel, que me parece un excelente torero de plata, cumplió con sobresaliente con los palos y con el capote.
Supongo que Castella le diría..¡Chapeau!

En poco más o menos un mes tendré la oportunidad de volver a ver a Castella por triplicado en la Isidrada.
Me gustaría tener que tragarme este análisis o incluso toda esta entrada,  porque eso significaría que su toreo me ha devuelto las buenas sensaciones que un día no muy lejano me regaló, ojala que así sea, pero hasta que llegue ese momento, me voy a permitir el ejercicio de la duda  y seguiré llevando la mosca Castellista detrás de la oreja.

lunes, 2 de abril de 2012

La guiri de al lado



Ayer, Domingo de Ramos, comencé mi temporada venteña.
Algunas caras conocidas (pocas, la verdad), mucho público no habitual, y mucho guiri para ver el mano a mano entre Fandiño y David Mora.

Y aunque hablo de  la guiri de al lado, en realidad no estaba a mi vera.
Su lugar estaba justo delante de mi, pero como ella llegó antes debió pensar que “il asiento di pietra es exclusivamenti para il suo trasero”, desconociendo la norma  no escrita que marca la costumbre y la necesidad venteña, por la que ese pequeño espacio  debe ser compartido a medias entre “il suo trasero e il mío piedi, destro e sinistro”.

Aclarado el error, y como prueba de cortesía por nuestra parte, nos sentamos una fila más atrás para estar todos más cómodos. Total, entre verlo muy lejos y un poquito más lejos…
El caso es que aposté con mi señora esposa cuánto iban a durar ahí sentados. Dos toros, arriesgué, pero debo reconocer que me equivoqué completamente.
Tras la salida del primer morlaco y unos oooh! de admiración, el encuentro con el piquero desencadenó la tragedia.

El puyazo fue saludado por la guiri con una mezcla de gemido orgásmico y lamento de dolor, a lo que siguió un giro brusco de cabeza.
A partir de ahí, antes de que recibiera la segunda puya, miró al soslayo, levantóse y fuese. Tan Cervantino gesto fue secundado al momento por su altra  compañera, aunque bien mirado tampoco se perdieron nada… bueno si, dos horas de nada.
Menos mal que el resto de il gruppo aguantó dos toros completitos.

A todo esto me preguntaba yo ¿y esta gente pá que viene?? Porque cuando uno va a un espectáculo debería tener una ligera noción de lo que va a encontrarse ¿no?

Al menos estuvimos más anchos, y además pude gozar con la presencia de una familia nipona (padre, madre y supongo que hija) más que nada por lo que disfrutó el padre de familia, aplaudiendo y haciendo fotos y videos con su aifon a todo lo que pasaba por arriba y por abajo.
Impagable el minúsculo sombrero que portaba (¿marcará tendencia?), pero no me pareció oportuno hacerle una foto para ilustrar esta entrada. Me quedé con las ganas.

Creo que sería interesante que en las estadísticas anuales que publica Taurodelta figurara un censo de japoneses que visitan Las Ventas. Increíble, yo creo que cada vez vienen más.

En cuanto a lo que ocurría por abajo, viendo a las “abuelitas” de negro supuestamente bravas (que alguna incluso traía malas intenciones) me acordaba de la frase “Nada tiene importancia si no hay toro”.
Cuánta razón encierra esa frase. Conozco abuelas auténticas con mucha más casta.

El público venía con ganas de guerra, con esperanzas al menos de reeditar los momentos buenos de lo que vimos en Otoño, aquella vez con otro tipo de ganado y esta vez con ganado “de élite”, de aquel que prefieren los de arriba del escalafón.

El resultado ha venido a demostrar que a los toreros que les gusta la guerra les van los toros que den guerra…y estos han dado penita, o asco, como dijo alguno desde el tendido.
Mansos, flojos, alguno inválido, sosos, descastados, sin raza, sin fijeza…algo más potables el tercero, y a menos el sexto.

Buenas hechuras, eso si, que parece que para venir a Madrid bastara con lucir un tipazo, pero está claro que eso no es suficiente. Otra vez será

Por mi parte me quedan más ganas aún de ver a Fandiño con los Adolfos en San Isidro.