jueves, 9 de junio de 2011

La Feria del Cumpleaños


Jairo Miguel recibiendo a  "Aguilucho"
Foto: Juan Pelegrín


Segunda de la Feria del Aniversario en Las Ventas. O tercera, si contamos la Beneficencia.
Este cartel, incluido en el abono Isidril es un casi lleno seguro. Pero resulta que el Aniversario (¿) no es de abono “obligado”, con lo que el cartel, aún arrastrando la inercia del ciclo principal, se queda en una pobre entrada.
Pero todo tiene su cara y su cruz, porque frente a la relativa falta de “ambiente” se contrapone la ventaja de que con un poco de suerte puedes estirar las piernas y no sales encorvado y con la espalda dolorida, síntoma inequívoco del conocido síndrome del habitante de la grada de Las Ventas, que dicho sea de paso, aún no tiene la categoría de enfermedad profesional.

Me llama la atención en las colas de renovación del abono la pregunta recurrente de “a qué obliga el abono este año”. ¿La prensa es obligatoria? ¿Hay que sacar la Beneficencia? ¿El aniversario es obligatorio…?
Pues mire usté, como diría aquel, saque las entradas que le apetezcan, y si no le apetece, pues no renueve el abono, que ya vendrá alguien a quedárselo, que hay gente pa tó.

Es cierto que lo del aniversario no deja de ser un invento más o menos recaudador. Quizá una corrida conmemorativa, por ejemplo con alguna de las ganaderías consideradas “duras”  incluidas o no en la feria del Patrón y un cartel atractivo sería algo más lógico, pero lo que resulta evidente es que si hay aficionados interesados en la fórmula actual, como lo demuestra la media de entrada de hoy, pues bienvenida sea.
¿Qué hay público que sólo acude por San Isidro? bueno, es otra opción.

Tampoco en principio el cartel parecía para tirar cohetes. Tenía interés en ver a Víctor Puerto por comprobar si su retorno  podía aportar algo, interesante también sobre el papel Jairo Miguel, que confirmaba alternativa, y de Capea, qué decir, pues que se le daba otra oportunidad (mas) de la que debía hacerse merecedor frente a los “toros de la nieve” de Antonio Bañuelos.
Esos toros que pastan en los confines del Páramo de Masa, en la provincia de Burgos, y que como hoy no ha hecho calor han estado la mar de contentos.
Se lidiaron seis de la ganadería titular, con buena presencia y    que resultaron en general flojitos, yendo a menos, y complicados, excepto el sexto, que correspondió a Jairo Miguel y que resultó el mas noble y potable.
El segundo, de nombre “Farandulero” fue devuelto  a los corrales tras lesionarse (al menos eso pareció) en una caída, teniendo a partir de ese momento un comportamiento que  hacía los honores  a su  nombre  pues parecía  haber pasado la noche de parranda.
El cuarto, sobrero de Adelaida Rodríguez,  soso y con peligro.

En cuanto a la terna, hay poco que decir. Algunos capotazos de El Capea, que no llegó a convencer, y voluntad y poco más de Víctor Puerto, que tampoco pudo hacer nada frente a su lote.
Jairo Miguel dejó algún detalle interesante en el que cerraba plaza, al que no dio la distancia que requería y con el que no consiguió la ligazón que hubiera supuesto una faena meritoria.
Silenciados los tres.

Mención especial para la cuadrilla de Jairo Miguel. En el primero se desmonteró Ángel Otero tras banderillear con gusto, y en el sexto, en el que sobresalió también A. Otero en la brega, le tocó a “Lipi” saludar un par pinturero y bien ejecutado.

Al menos así lo he visto yo...

domingo, 5 de junio de 2011

El Orejímetro digital



Me cuentan que de forma inminente se va a publicar un Decreto-Ley que afectará profundamente al mundo taurino, introduciendo una revolución histórica en las corridas de toros.

Adelanto su contenido.

Real Decreto-Ley por el que se crea y regula el uso del mando transmisor de señales digitales para la petición de trofeos en los festejos taurinos.


Preámbulo.

Los festejos taurinos se encuentran actualmente situados en una encrucijada histórica en la que se hace preciso su adecuación urgente  a los tiempos actuales.
Es necesario por lo tanto adoptar nuevas tecnologías que permitan superar el actual estatus de espectáculo anclado en rancias tradiciones inaceptables en una sociedad desarrollada y moderna.

Consciente de la situación actual, el Gobierno de España, con el objeto de democratizar y modernizar el desarrollo de los festejos taurinos, ha considerado prioritaria la  implementación de  sistemas de participación popular vinculantes que permitan a la  presidencia del festejo ejercer su función, de acuerdo con el sentir expresado por  la mayoría de los asistentes independientemente de su sexo, condición social, estatura, edad, y grado de afición o conocimientos taurinos.

Tras un período de consultas a los diversos estamentos implicados, se ha acordado el diseño y creación de un mando a distancia que resolverá de manera definitiva los desacuerdos en la concesión de trofeos, estableciendo un sistema democrático y participativo mediante la emisión de un voto por cada espectador que dará lugar a un veredicto adoptado por mayoría simple, establecida ésta en la mitad de los asistentes mas uno.
De esta forma se pretende evitar las discusiones y el mal ambiente que generan las decisiones de la presidencia del festejo.


Disposición preliminar

Con el objeto de que el voto emitido sea libre y meditado, se establece un período de reflexión durante la lidia de cada res. Por tanto:

La lidia deberá transcurrir en absoluto silencio. Únicamente podrá hacerse oír alguna crítica, siempre en tono menor, al picador de turno. Durante el  resto de la lidia queda terminantemente prohibida cualquier manifestación de júbilo o desacuerdo, estando expresamente prohibidas las palmas de tango.

Se excluye de esta prohibición el sonido de los pasodobles de la banda cuando así sea demandado por algún espectador (a la voz de  ¡Mú-si-ca, Mú-si-ca, Mú-si-ca!) en las plazas donde sea costumbre.
Donde exista esa costumbre, los espectadores podrán acompañar el sonido de la música haciendo sonar sus palmas rítmicamente, sin que esto implique expresión de opinión con respecto a la lidia.

Artículo 1.

Los espectadores que acudan al festejo recibirán junto con la entrada un mando a distancia mediante el que podrán expresar su grado de satisfacción al finalizar la lidia de cada res.
El mando, de aspecto similar a los utilizados en el control a distancia  de aparatos electrónicos  tales como televisores o dispositivos de almacenamiento de imágenes (DVD), será desechable y biodegradable, evitando  así la acumulación de residuos sólidos contaminantes (como los antitaurinos) en el entorno de las plazas de toros.

Modus operandi:
En el momento en que sea demandado por la Presidencia, y en cualquier caso al finalizar la lidia de cada res y con anterioridad al arrastre del tiro de mulillas (donde lo hubiera) cada  espectador, bien con criterio propio o previa consulta a algún entendido en la materia que se halle cerca de su localidad (siempre hay alguno cerca) pulsará el botón del mando que mejor se ajuste a su grado de satisfacción o insatisfacción con la faena recién terminada.
Para ello deberá orientar el extremo del mando hacia la presidencia a la vez que pulsa alguno de los siguientes botones.

Artículo 2. Uso del mando durante la lidia.

Botón verde: Se pulsará antes de que finalice el segundo tercio, cuando a juicio del espectador, o de su asesor entendido cercano, la res deba ser devuelta al toril por presentar algún defecto, visible o no.

Botón blanco: Pulsado durante el tercio de varas significa el cambio inmediato de tercio.

Botón naranja: Petición de indulto a la res.
Cuando deba ser indultada por su excepcional bravura y entrega, aunque esto tampoco es demasiado importante. Obviamente, este botón sólo puede ser pulsado antes de que se dé muerte a la res.


Artículo 3. Uso del mando al finalizar la lidia.

Botón blanco: Pulsando una vez, significa petición de oreja,  pulsado dos veces significa petición de dos orejas, y pulsado tres veces significa petición de dos orejas y rabo. En todos los casos implica la vuelta al ruedo del matador.

Botón azul: Petición de vuelta al ruedo a la res.

Botón morado: Se empleará cuando se solicite la vuelta al ruedo del matador. Su uso es incompatible con el botón blanco.

Botón negro: Se pulsará cuando se quiera pitar al diestro. En función del porcentaje de votos emitidos, y cuando este supere el setenta y cinco por ciento, los pitos se  convertirán en bronca.

Artículo 4.

La presidencia contará con un receptor de señales que, de manera inmediata para no demorar el desarrollo de la lidia, captará y contabilizará todos los votos emitidos por los espectadores.
El resultado se mostrará al público en una pantalla situada a la derecha del Sr. Presidente, de manera que no será necesario mostrar ningún pañuelo indicativo.

El veredicto, democráticamente obtenido, será inapelable, con lo que no habrá lugar a protestas ni desacuerdos, acabando de esta forma con interminables discusiones inútiles en los tendidos.

Disposición derogatoria.

A partir del día siguiente a la entrada en vigor de esta normativa y por motivos de salubridad e higiene,  quedará terminantemente prohibida la utilización  del pañuelo como forma tradicional de petición de trofeos.





¿O lo habré soñado…?





jueves, 2 de junio de 2011

La tarde sin clase



Y no porque hiciéramos “novillos”, que allí estábamos todos como si fueran a pasar lista.
Decepcionante y fría resultó la penúltima de la feria de San Isidro, en lo meteorológico también.
Y cuando se pasa frío no se está en lo que hay que estar.
Mucha expectación para ver a los Palhas. Y mucha decepción después de ver a los palhas. Sin clase.
Comentaban los vecinos que no parecían Palhas. Que si son de lo de Ibán, que si vienen de la parte de los Tulios, que si la crisis portuguesa…
Salvo el primero, que resultó el más noble y con más faena por hacer, el resto demasiado flojos, broncos, difíciles y descastados. Y con un trapío discutible
Devueltos dos por manifiesta invalidez, impropia de esta renombrada ganadería, fueron sustituidos por los sobreros de Carmen Segovia (¿cuántos sobreros ha sacado la ganadera en esta feria…?) y Aurelio Hernando, este último lidiado en sexto lugar, jabonero de capa y vecino serrano de los de Carmen Segovia.
Esta ganadería, que pasta en Soto del Real, guarda aún parte de la sangre veragüeña que pervive en la actualidad.
El jabonero, de nombre “Bombero”, como llevaba tanto tiempo en los corrales esperando a que algún compañero se hiciera el cojo o le flojearan los remos, cuando vio que por fin le tocaba el turno decidió volver a entrar por donde salió hasta en dos ocasiones.
Es lo que tiene cuando uno se piensa que ya le han hecho fijo…que se acomoda.

Debo confesar que tras verle salir al ruedo para quedarse, y viendo la hora que llevábamos,  me fui yo por donde había venido, así que poco puedo decir de lo que a continuación sucedió.

De lo que vi antes, además de la falta de casta y de un trapío más que discutible en los Palhas, apreciable más aún desde las alturas en las que habito, me disgustó la actitud cansina de Salvador Cortés. Tanto en el segundo, imposible, al que intentó sin sentido dar mantazos, como en el quinto, algo más potable y en el que volvió a confundirse de cabo a rabo. Si no le protestamos aún estaba intentando dar  pases y más pases.

Luis Bolívar, torero acostumbrado a la lidia de diversas “joyas” de la cabaña brava, estuvo muy desdibujado y un pelín cansino también. No consiguió entrar en faena en ninguno de sus dos toros, y eso que el primero pintaba bien y fue el más aceptable de la impresentable corrida de Palha.

David Mora tuvo detalles en el primero de su lote que deberían ser refrendados próximamente (en el segundo andaba quien esto escribe lejos ya).
Para mí fue el que cumplió.

En definitiva la tarde decepcionante debería servir para enviar al purgatorio Isidril a una ganadería más, la de Palha.
Ya son dos años de petardo y no se merece un tercero consecutivo.
Demos tiempo a la ganadería portuguesa para que vuelva a su sitio  y abramos paso a otras ganaderías  hoy por hoy vetadas en la feria.

Y nos quede Cuadri.