lunes, 6 de junio de 2016

Recuerdos de San Isidro



Terminó la Feria de San Isidro 2016.
Tantas tardes seguidas de toros  dan mucho de si, o al menos así debería ser.
La realidad generalmente es bien distinta, pero siempre queda algo (poco) por lo que haya merecido la pena calentar la piedra durante casi un mes.  
Puede que se me quede alguno, pero estos son ahora, sin orden ni concierto, mis “recuerdos” de la Feria.

Ureña, Paco. Por hacerme sentir la pureza del toreo olvidado.

Faena, estocada y momentos capoteros de Manzanares. Realmente intensos, y memorables por inesperados.

Talavante, Alejandro. Si, Talavante, por dejar siempre un rinconcito para la genialidad.

David Adalid pareando a Luvino, un toro (y una corrida) de otro tiempo. Fenomenal y emocionante tercio de banderillas de este extraordinario torero de aire quijotesco.

Alguna brega sobresaliente, Javier Ambel, César del Puerto.

Escribiente,  primer Adolfo que le tocó en suerte a Sebastián Castella y que, en mi opinión, “se fue sin torear”.

Malagueño, el Alcurrucén (sin vuelta al ruedo)  con quien David Mora tuvo la suerte de encontrarse.

Rafaelillo y su pelea con  Malagueño (Adolfo Martín),  por  conseguir que no apartara la vista del ruedo ni un segundo. 

Un recuerdo televisivo para Camarín, el Ibán al que desorejó parcialmente Alberto Aguilar, y para el toreo sabio de Enrique Ponce. Para un par de tardes que falta uno…

De lo que antes se llamaba tercio de varas, busco y no encuentro. Si acaso por su cercanía en el tiempo, y a pesar de mi mala memoria,  un recuerdo fugaz a la manera de acudir al caballo del Miura que cerraba ayer la Feria.

Y como la Feria ha sido tan “emocionante”, también tienen su recuerdo por sacarme del aburrimiento en alguna tarde de soñera  la Banda de música. Cuando la tarde se tuerce nada mejor que escuchar unos pasodobles entre toro y toro…

Y Florencio Fernández “Florito” y su “cabestraje”. Cuando todo falla nos queda Florito, porque alguna tarde fue lo único reseñable.

De lo peor (mansedumbre, deplorables tercios de varas, pegapasismo, descoloque, borregos de negro, palmeros…) ha sido tanto que ya casi no me acuerdo…

Y ya para terminar, por lo que aprendo, por lo que disfruto, y porque una tarde de toros no termina hasta que no la vuelvo a ver a través de lo que ellos escriben, un recuerdo para…


Seguiremos atentos…