miércoles, 1 de septiembre de 2010

Feria de Collado Mediano

Voy a abrir mi blog haciendo un primer comentario general sobre la recientemente terminada feria taurina de Collado Mediano, con motivo de sus fiestas en honor del Cristo de la Caridad.
A falta de hacer un análisis algo más completo, que si tengo tiempo haré, quisiera repasar los aspectos que me han llamado más la atención.

La feria de Collado Mediano va ganando prestigio año a año con la programación de interesantes ciclos de novilladas.
Sobre las bases sentadas hace años por Juan Carlos Bustos y Juan Cuena desde el Ayuntamiento, quienes dieron el impulso necesario que necesitaba esta feria, la actual Corporación y la Asociación de Fiestas han trabajado duro para superarse año tras año.

Es de agradecer el empeño colectivo, pero si hay que personificar ese esfuerzo, yo como aficionado collaíno y lejos de cualquier cuestión política (quien me conoce lo sabe) quiero felicitar a dos personas concretas por el trabajo y el esfuerzo que desarrollan pero sobre todo por la ilusión que ponen en lo que hacen por las fiestas de Collado.

José Antonio Blasco y Javier Lozoya, dos chavales a los que tan pronto les puedes ver sirviendo una cocacola a los “chiquines”, que organizando el encierro, que arreglando algún entuerto.

Enhorabuena de verdad y gracias por vuestro esfuerzo, porque ser concejal no es ni más ni menos que trabajar por tu pueblo.

El abono constaba de tres novilladas picadas y una de promoción, sin caballos.

En la primera, con erales de Sotillo Gutierrez, hacían el paseíllo los alumnos de la “Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda” Fabio Castañeda, Luis Gerpes y David González.

El día 27, con reses de Monte La Ermita, y terna compuesta por Javier Herrero, el Mexicano Arturo Saldivar, y Miguel de Pablo.

El sábado 28 se lidiaron novillos de Baltasar Ibán para Christian Escribano, Juan Duque y Alberto Escobar.

Y el domingo 29, y como colofón de la feria, el cartel a priori más atractivo en el que Gómez del Pilar, Víctor Barrio y Alberto López Simón se las vieron con utreros de “El Torreón”.

Vamos por partes.

Entre lo negativo, desgraciadamente la más que sospechosa presencia de algún novillo.

Es intolerable que ganaderías de prestigio se presten a engañar de esta forma a la afición y a un Ayuntamiento y asociación de fiestas que trata de prestigiar una feria como la de Collado Mediano.

El público  Collaíno entiende de toros y toreros. Pita a quien cree que tiene que pitar y premia a quien lo merece, aunque alguna vez se aplauda entusiastamente algún que otro bajonazo.

Y además paga.

Que tome nota quien tenga que tomar nota, pero algún aspirante a figura no debería adquirir tan pronto vicios de figura de pacotilla.

Y el otro aspecto negativo, aunque esto ya sabemos que es como los melones, que hasta que no se abre no se sabe como es, es la mansedumbre y falta de casta que hemos visto en algunos (demasiados) novillos.

Ah!, y mucha “escobilla”.

A destacar entre lo positivo y por orden cronológico, tres cosas, la primera la gran calidad de la faena de muleta de Alturo Saldívar al de Monte la Ermita.

Arturo Saldívar

Ya nos gustó en Las Ventas y en Collado Villalba y aquí ha vuelto a confirmar que es un torero con clase, técnica y recursos más que suficientes para estar entre los mejores.
Toreó con mucha clase al segundo de su lote ya que en el primero poco pudo hacer con un manso de los de verdad. La faena le valió las dos orejas y la consiguiente salida a hombros.

Siguiendo en orden cronológico, el último día de la feria y con ganado de El Torreón, asistimos a la tarde más interesante del ciclo Collaíno.

Había expectación ante la terna que hacía el paseíllo.
Abría plaza Gómez del Pilar, al que acompañaban Víctor Barrio, indudable triunfador de la pasada feria, y López Simón, quien también dejo una grata sensación en las fiestas de 2.009.

Y como estamos hablando de destacados, hay que recrearse un rato con Víctor Barrio.
Tantas ganas tenía de agradar a un público que ya le ha hecho suyo, que sufrió un fuerte golpe en los primeros lances de recibo a su primero. El encuentro fue tan brusco que al verle cojear aparatosamente nos temimos que nos quedábamos sin poder disfrutar de su toreo artístico y templado.


Tan es así que tras recibir las dos orejas como premio a una faena muy completa y de calidad, no pudo dar su merecida vuelta al ruedo, saliendo a los medios para recibir una cariñosa ovación.
Tras una visita obligada a la enfermería, regresó sano y salvo dispuesto a seguir haciéndonos disfrutar.

Y la apoteosis vino en el segundo de su lote, un novillo noble aunque algo parado y que le permitió desarrollar el arte y el temple que este chico lleva dentro.
Esperemos que no se venga abajo (o que no se le suban las orejas a la cabeza) porque de seguir en esta línea, y lo que le queda por delante, estamos seguramente ante una de las mayores figuras del toreo de los próximos años.

Como digo, en una faena con mucha clase, aunque se dejó coger el engaño en un par de ocasiones, culminó con un pinchazo, corregido con gran torería haciendo que casi nos pasara desapercibido, para dejar una estocada en todo lo alto que llenó de pañuelos los tendidos.

Dos orejas y rabo, aplausos al ganadero, el maestro Cesar Rincón, que se encontraba discretamente por allí, y vuelta al ruedo al novillo.

Víctor Barrio con su primero

Para mi, sobraba el rabo, pero el efecto de la apoteosis estaba ya desplegado con toda su emoción, y se entienden las ganas de una plaza y su presidencia de agradecer a un torero de verdad su arte y su entrega.

Yo no sé si los más viejos del lugar recordarán algo así, que me da que no, pero desde luego los “medianos del lugar”, entre los que me incluyo, nos tendríamos que remontar a las festivaleras apariciones de Paco Alcalde para encontrar algo parecido a semejante ataque de “apendicitis” (ocho orejas y dos rabos si no me falla la memoria) a un mismo torero en dos años consecutivos. Y no vamos a entrar en comparaciones, no.

Los que el pasado año en esta misma plaza asistimos boquiabiertos, con las últimas luces del día, a lo que le hizo este entonces desconocido a su lote de Baltasar Ibán, y hemos vuelto a disfrutar con él en esta feria, podremos contar a nuestros nietos, o a nuestros hijos que en mi caso son todavía “guajes”, que aquí, en Collado Mediano vimos nacer una figura del toreo. Estoy seguro.

Y lo tercero a destacar, para mí, la estocada de Alberto López Simón al novillo que cerró la feria.


Alberto López Simón

Cuando uno tiene resaca después de una noche de exceso, no está para andarse en detalles, y eso fue lo que nos pasó tras la actuación de Víctor Barrio.
López Simón cuajó una faena muy completa pero que resultó algo deslucida por la resaca que nos dejó su compañero de terna, y también por el pequeño vendaval que se levanto, aunque de esto último no se le puede culpar a Víctor Barrio.

Con el público resacoso y distraído en otros menesteres no tan taurinos, y pensando ya en que se nos acababa la feria, espabilamos por suerte a tiempo de ver la estocada que puso punto final a la feria y que le valió una merecida oreja.

Y hasta el año que viene, si Dios quiere.

Una cosa más para terminar. Como el próximo año hay elecciones y entra dentro de lo posible que quienes organicen la feria desde el Ayuntamiento no sean las mismas personas (aunque si es por merecimientos, y estoy hablando estrictamente de lo festivo y taurino, desde luego tengo claro que han de ser los que ahora son) me voy a permitir como aficionado pedir a quien corresponda que trabaje con la misma ilusión, con el mismo esfuerzo, y con la misma capacidad que lo han hecho estos dos “socios” a los que no vuelvo a nombrar porque no hace falta.

Y como lo tengo tan claro os pido, José Antonio y Javier (perdonad, se me ha escapado) que seáis estrictos con quien no ha respetado a la afición ni a vosotros, que quien no tenga que volver no vuelva, y que demos un impulso más a la feria de Collado con ganaderías representativas de encastes y procedencias olvidadas y en algunos casos en peligro de desaparición gracias a la ola de “monoencaste” que nos invade.

¿Qué tal os suenan Saltillos, Albaserradas, Bucarés, Coquillas, Vega-Villar, Cuadris, Veraguas, o incluso Pablorromeros o Miuras…? ¿A que suena bien…?



Pd. Tengo tal cantidad de fotos de dos de las tardes que me va a resultar largo el proceso de seleccionar alguna que tenga un mínimo de calidad.
Prometo ir publicando las que me gusten más.


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