21 meses después del otoño de 2019 había que volver a una
plaza de toros. Y ha sido en Yunquera de Henares (Guadalajara) en una novillada
del certamen “Promesas de nuestra Tierra” organizado por Manuel Amador (Toros Paltoreo) y que ya cumple su sexta
edición, en la que cuenta como siempre con el apoyo de CMM, la televisión de
Castilla-La Mancha.
En esta última novillada clasificatoria se lidiaron 6 erales
de D. Fernando Peña, con buena presencia (a alguno no le hubiera venido mal un
puyazo) y que dieron en general buen juego, resultando una novillada muy
interesante en la que se premió al cierraplaza
con la vuelta al ruedo.
Y enfrente una terna de “promesas de nuestra tierra” que
dejaron muy claro que aquí hay futuro.
Tres promesas salidas de la factoría de la Escuela taurina de
Guadalajara. Carla Otero, Jesús Romero, y el debutante local Christian “Cid de
María”.
Cada uno con sus cosas
salen triunfadores de la tarde.
Carla Otero, todo arrojo y valentía. Quietud, inteligencia y saber pensar en la cara del toro, sorteó el lote más cuajado, sobre todo el cuarto, con hechuras más de utrero que de eral. Dos orejas y oreja, sigue teniendo como asignatura pendiente el manejo del acero.
Todo llegará, porque al
final fue la asignatura a recuperar por los tres novilleros. Me sigue
recordando a aquella Carla que me
ilusionó una tarde de agosto de 2017 en Marchamalo con un añojo de Polo Sáiz. Por lo pronto pasa a la semifinal del certamen.
Jesús Romero, al que también había visto anteriormente,
confirmó mi impresión de que tiene “aire” de torero, recursos, y clase más que
de sobra para hacerse un hueco en esto. Dos orejas y oreja.
Y el debutante, el Yunquerano “Cid de María”,
“arrolladoramente debutante” diríamos, en su plaza y con su público.
Sorprendentemente asentado sobre todo en el excelente sexto, encastado y de embestida
larga, al que toreo largo y templado. Otro que apunta, ojo con él. Para mi
gusto, sobraron las banderillas, pero dadas las circunstancias no se lo
tendremos en cuenta. Vuelta al ruedo en su primero y dos orejas y rabo al
sexto, también premiado con vuelta al ruedo. Junto con Carla Otero pasa a la semifinal.
Y en el “debe” de la terna, el excesivo metraje de las
faenas. Las escuelas deberían incidir más en este tema. Pronto y en la mano.
Me quedo con la sensación de que hay mimbres más que suficientes
para ver con optimismo el futuro inmediato, la satisfacción de ver mucho
público joven en el tendido, y la esperanza en el horizonte al menos en esta
tierra de tanta tradición taurina, que cuenta además con el respaldo de las
instituciones y la televisión pública CMM, que hace una gran labor en la
promoción de la tauromaquia, con sus aciertos y sus errores, que también los
hay.
Como apunte, no hay ninguna foto de la salida a hombros de
los tres novilleros porque me tuve que marchar, qué le vamos a hacer.
O a lo mejor si se puede hacer algo…
Creo que una novillada, y más sin caballos, no puede durar 2
horas y media largas por sistema. Hoy en día un espectáculo de más de dos horas
acaba por echar al público joven. Si queremos que realmente la gente joven se
enganche definitivamente confirmando esa sensación de futuro que hoy tengo, no
podemos alargar más de dos horas una novillada. Y ya es bastante.
A pesar de este detalle, una tarde más que interesante, escaparate de lo que se cuece en la Escuela Taurina de Guadalajara, con estas tres promesas que han demostrado que están en esto porque tienen algo que decir. Alto y claro.
Y algunas fotos de la tarde...
CARLA OTERO
JSEÚS ROMERO
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