Es muy duro sobrevivir a una corrida clavelera, esos acontecimientos sociales con cartel de relumbrón, al menos en Las Ventas, y sobre todo si no se tiene una mínima experiencia.
Voy a permitirme dar una serie de consejos u orientaciones a todo aquel que se disponga a asistir a algunas de las corridas “de clavel” que aún quedan por celebrarse en esta Feria de San Isidro, con la intención de que sirvan de guía fundamentalmente para quien sea su primera vez o tenga poca experiencia en este tipo de acontecimientos.
En primer lugar, póngase guapo/a. Si no encuentra un clavel a mano no se preocupe, en los bajos de los tendidos de sombra podrá adquirir uno.
Cómprese un puro. Cuanto más grande mejor, como los de Morante.
Si no fuma o no quiere fumarse un puro, cómprese una bolsa de pipas igualmente grande, muy grande. Luego le explico para qué la necesita.
Antes de acceder a la plaza le vendría bien dar un garbeo por el espacio “Arte y Cultura”. Hay una zona con bar de lo más cool donde podrá ver caras guapas y así de paso le ven a usted. Hay otra zona VIP, pero aquí ya no le puedo ayudar, si tiene pase, que lo disfrute.
Aunque Las Ventas tiene muchos accesos, entre por la puerta del desolladero. En esa puerta hay mucha gente, a medida que se va acercando la hora, demasiada. Empujones, codazos y demás…pero aquel que consiga franquearla accederá al patio de arrastre y puede encontrarse con algún famoso, actores y actrices, ganaderos, toreros, famosillos, hacerse una foto con alguno, alternar en la barra mas “chic” y ver de cerca el Photocall del plus.
Asegúrese de que le vean bien.
Como opción B puede entrar por cualquiera de las puertas cercanas, en las que no habrá gente, ni empujones ni codazos (ni famosos) y acceder igualmente al patio de arrastre pero por el interior. No es igual de glamuroso pero acabará usted viendo lo mismo y antes.
Si ha comido por los alrededores es fácil que venga “cargadito”.
Es igual, antes de acceder a su localidad hágase con un gin-tonic o un cubata y así, junto con la almhoadilla (1,20 €), la chaqueta, el programa, y la bolsa de pipas, le servirán para poner a prueba su equilibrio en las angostas escaleras de tendidos, gradas, y andanadas en la búsqueda de su ubicación.
Si carece de equilibrio o este se encuentra ya mermado no se preocupe, le tira el gin-tonic por encima al primero que encuentre en su fila y asunto solucionado. A él le va a gustar, y además viene muy bien como declaración de intenciones a sus vecinos de localidad.
Una vez encuentre su ubicación correcta, lo que no siempre es fácil, marque bien su territorio. Las corridas de clavel en Las Ventas son tremendamente incómodas y va a tener que compartir espacio vital (entre otras cosas) con muchas personas.
Si es usted habitante de grada o andanada puedo darle algún consejo extra gracias a mi experiencia en estas lides.
La almohadilla es sagrada, su libertad termina en los límites de la almohadilla, así que no permita que nadie se la pise, además en estas ocasiones grada y andanada se convierten en un puzzle en el que un simple gesto de alguien situado veinte lugares más allá, puede afectarle.
Le sugiero que informe a sus vecinos de delante y detrás que para componer el puzzle es necesario, y a veces imprescindible, abrirse de piernas.
Así como suena. Si se trata de una vecina, dígaselo con educación y sin rubor, pero con firmeza. Si no hay apertura de piernas se va a arrepentir durante más de dos horas.
Ahora es cuando entra en juego el puro o las pipas que adquirió con anterioridad. Encienda el puro y dispóngase a disfrutar de una corrida de las del clavel. No se preocupe por la ceniza, vaya tirándosela por encima al de delante. Para eso estamos…
Si ha optado por las pipas, proceda con las cáscaras de la misma forma, y vaya depositándolas en la espalda del de delante o en los pies de los vecinos laterales.
Entre toro y toro aproveche para recomponer la figura y reconquistar el territorio que seguramente le habrá birlado alguno de los vecinos de los cuatro puntos cardinales.
Aplauda. Tampoco mucho, lo justo. En Las Ventas no nos gusta aplaudir mucho, y si lo hace se le va a notar que es nuevo. En algunas ocasiones puede vocear “a tu sitio” o “el pico” o “miau”, para darse caché.
Si ha venido en grupo procure que se note bien que están allí. Sus vecinos lo agradecerán.
En Las Ventas últimamente se bebe mucho, y en las corridas de clavel a veces demasiado, así que cuando se acabe el cubata que adquirió antes de acceder, salga a por otro.
Los de su fila están encantados de que les haga levantarse para satisfacer sus necesidades etílicas. Y cuando regrese no se olvide derramar lo que sobra del gin-tonic por encima de alguien, gracias.
Según como vaya de próstata, seguramente le van a entrar ganas de ir al servicio.
Levántese antes de que caiga el toro para que le dé tiempo de salir y entrar. No se preocupe por eso que dicen que no se puede abandonar la localidad durante la lidia. Eso era antes, ahora nos encanta que nos molesten…
Localice con la vista a los famosos, es fácil y así al día siguiente lo puede contar en el trabajo. Sólo tiene que mirar al callejón y las primeras filas del 9, 10 y 1. También hay famosos dispersos por otros tendidos e incluso por gradas y andanadas, pero esos son aficionados y no son importantes.
Al finalizar el festejo, si no ha satisfecho nuestras expectativas, puede ser interesante lanzar la almohadilla al ruedo. Las almohadillas de Las Ventas son realmente contundentes, como corresponde a la primera plaza del mundo, y si tiene la suerte de atizarle a alguien no vea lo que se va a reír, porque a estas alturas, entre los cubatas y el puro…
No debería poner punto final aquí a su experiencia venteña. Existen numerosos y buenos bares en los alrededores donde comentar la corrida con amigos y conocidos mientras continúa aumentando su nivel etílico.
Elija el que esté más lleno, que por algo será. Y si ha venido solo, no se preocupe, únase a cualquier corrillo, que con un poco de suerte no se van a dar cuenta de su presencia.
Fundamental:
Al día siguiente cuéntelo en el trabajo, no sé si le harán caso, pero mola.
En fin, espero que esta serie no exhaustiva de consejos le venga bien y disfrute de su próxima corrida clavelera en Las Ventas.
Un placer.
Juselín:
ResponderEliminarMañana lo pongo en práctica, no lo dudes. Qué felicidad, al final lograré ser respetado por mis vecinos de localidad y seguro que exclamarán: ahí va él, que se fuma unos puros como una barra de pan. No fumo, pero oye, el que algo quiere, algo le cuesta.
Muchas gracias por los consejos, me parecen muy oportunos.
PD: Seguro que funciona ¿no?
Enrique, casi esperate al jueves o viernes, que lucirá más. Y si no fumas, ya sabes que tienes la alternartiva de las pipas...
ResponderEliminarsaludos