En Almoguera, Guadalajara, con motivo de la Fiesta de la Santa Cruz de Mayo se ha celebrado este sábado día 4 una novillada picada con cuatro utreros de Torrehandilla.
Novillada festiva y propensa a las orejas, mano a mano entre David Martín Escudero, de Galapagar, y el Alcarreño Curro de la Casa, de Valdesaz.
Precios populares en Taquilla, tanto que no había taquilla porque la entrada era gratuita, que tal y como están las cosas es de agradecer y aplaudir al Ayuntamiento de Almoguera.
Aplausos pues para ellos.
Novillos justos de presencia y flojos en general, con poca cara primero, segundo y cuarto, y más armado pero falto de remate el tercero.
Digamos que correctos en su presentación teniendo en cuenta la categoría de la plaza.
Manso con su punto de casta el primero, y de más a menos segundo, tercero y cuarto. Resultaron “manejables”, como se dice ahora, que aunque no me guste la palabra, sirve para entendernos.
Todos muy nobles. El segundo fue premiado con vuelta al ruedo, lo que a mi juicio fue un excesivo reconocimiento.
Martín Escudero estuvo voluntarioso, con detalles de buen gusto y sabiendo ver las querencias de los novillos y dándoles su sitio, pero le veo algo “atascado” en la que creo es su tercera temporada ya con caballos. Aún así anduvo sobrado con su lote. Mató bien al primero y de estocada trasera y tendida al segundo.
Curro de la Casa, estuvo muy por encima de los dos novillos que sorteó.
Curro practica un toreo serio y sobrio, con mucho temple y quietud, en ocasiones impropio de su corta andadura con caballos.
Muy quieto con el capote, ligó buenos muletazos con las dos manos, y algún pase de pecho de muy buena ejecución, que quien frecuenta este blog, sabe que el pase de pecho es una de mis manías confesables. Mató de sendos estoconazos.
El alcarreño tiene madera. Mucha y de la buena, pero como es lógico tendrá que ir puliendo detalles, a base de placearse, como algunos errores de colocación que en su próximo examen de Las Ventas le pueden pasar factura. Tiene todas las papeletas para llegar muy arriba. Hay que darle tiempo.
Capítulos aparte merecen el apartado de trofeos y el tercio de varas.
El primero porque se convirtió en una especie de autoservicio en el que lo que dijera la Presidencia tampoco había que tomárselo al pié de la letra.
Dos orejas para Martín Escudero en el que abrió plaza y otros dos trofeos en el tercero, que si no me equivoco, la presidencia no había concedido. Curro de la Casa cortó dos orejas (concedidas por el presidente), y un rabo que no había concedido el Presidente en su primero, y dos orejas en el que cerró el Festejo.
Pelillos a la mar y los dos novilleros a hombros por la puerta grande.
Y en cuanto al Tercio de Varas, poco que decir porque no existió mas que un simulacro ejecutado además, excepto en el primer novillo, prácticamente en la puerta de chiqueros (¿).
En definitiva, novillada festiva y exitosa que me sirvió para ver en acción a dos de los novilleros más en forma del momento, y en particular para seguir la progresión de Curro de la Casa, en la que, creo no equivocarme, será la temporada que le confirmará en los puestos altos del escalafón. Atentos a él porque tiene mucho que decir.
Algunas fotos de la novillada…
Martín Escudero
Curro de la Casa
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